Según el informa anual de la Federación Internacional de #robótica, la venta de este tipo de #robots se disparó un 32% a nivel mundial durante 2021. Aunque la implantación de los robots colaborativos es aún baja en comparación con los industriales, son cada vez más comunes entre aquellas empresas que no pueden permitirse cuantiosas inversiones. Entre las principales ventajas destacan su menor dimensión y peso, la facilidad de uso o la capacidad de reprogramación.

La rentabilidad que los #cobots ofrecen para las compañías reside en la posibilidad de desempeñar diferentes funciones. Son reprogramables y, por lo tanto, pueden reutilizarse en tareas diversas; algunos tienen incluso capacidad de aprendizaje.
Actualmente, la #construcción, la #logística y la #sanidad son los sectores que más apuestan por los cobots, ya que aumentan en un 85% la productividad de una persona o un robot por separado.
En cuanto al diseño, la versión más extendida del cobot es el #brazorobótico, para acciones como atornillar, lijar, mover objetos, ensamblar y soldar.
Por su parte, los expertos señalan que, para que un cobot resulte eficaz, el primer paso es identificar las tareas que sean “cobotizables” por sus características, es decir, que deban ser realizadas por una persona cualificada asistida por un robot.
Además, las organizaciones deben medir la mejora productiva derivada de la implantación del cobot como un criterio de decisión y comunicar internamente los beneficios de la nueva herramienta y su impacto en el aumento de la productividad y la competitividad.
El tiempo medio de configuración según nuestros clientes es de sólo medio día. La experiencia de un operario no entrenado para desempaquetar el robot, montarlo y programar la primera tarea sencilla, suele ser de menos de una hora. Un tiempo más que asumible.
La mayoría de las empresas están siguiendo activamente iniciativas de #transformacióndigital en múltiples frentes y con un fuerte apoyo de los altos ejecutivos. Eso refleja el hecho de que muchas organizaciones ven la transformación digital como algo fundamental para su éxito empresarial y no meramente un esfuerzo basado en la tecnología para incrementar la mejora de las operaciones de producción.